¡Si
en la cárcel están mejor que quieren! Les dan de comer, les dan cobijo y además
cuando salen cobran un subsidio…
Frases
como estas hemos escuchado todas y todos alguna vez.
El
hotelito ese de tres estrellas es un lugar inhóspito, donde en verano en los
“chabolos” no se puede soportar el calor y en invierno todas las mantas son
insuficientes. Un lugar en el que hay módulos que cuentan con tres duchas y 100
personas, con un horario limitado y que cuando el depósito de agua caliente se
agota no hay persona que aguante una duda, por rápida que sea, a 5 grados de
temperatura. Los talleres ocupaciones brillan por su ausencia y las demás
actividades encaminadas a la reeducación son insuficientes para llegar a todos
y todas. Cuesta llenar las horas desde el amanecer hasta la noche ¿Se imaginan
su vida así, sin nada productivo que hacer en todo el día?
Una
visita a la cárcel podría bastar para cambiar nuestra visión del hotelito y
acercarnos a la realidad que viven durante una gran parte de sus vidas otras
personas de nuestro barrio, aquellas que conocimos en la infancia, o que hemos
visto por las zonas marginales de nuestras ciudades. Una visita guiada en el
mejor de los casos, pero cualquier error en nuestra vida puede llevarnos
directamente al Departamento de ingresos ¿Quién nos garantiza que estemos
exentos?
La
cárcel no está pensada como un almacén de deshechos sociales, al que enviamos a
las personas que se han salido de la norma. Debe proporcionar, a través de
programas adecuados, la necesaria formación profesional y social que
proporcione al recluso las habilidades sociales que les permita su
incorporación normalizada a la sociedad.
El
artículo 1 de la Ley General Penitenciaria señala como fin primordial la
reeducación y la reinserción social e los sentenciados a penas y medias penales
privativas de libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y
penados.
Y yo
me pregunto ¿Es la cárcel el lugar idóneo para ello, teniendo como referencia
las tasas tan altas de reincidencia?
Extracto
de la revista “Acercamiento a la realidad penitenciaria Extremeña” ADHEX
(Asociación de Derechos Humanos).
